“𝐍𝐨 𝐞𝐧𝐭𝐫𝐞 𝐧𝐚𝐝𝐢𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐨 𝐬𝐞𝐩𝐚 𝐥𝐚 𝐆𝐞𝐨𝐦𝐞𝐭𝐫𝐢́𝐚”.
𝐴𝑟𝑖́𝑠𝑡𝑜𝑐𝑙𝑒𝑠 𝑑𝑒 𝐴𝑡𝑒𝑛𝑎𝑠.
En uno de los jardines del Barrio de Academos, donde el Maestro “𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑒𝑠𝑝𝑎𝑙𝑑𝑎 𝑎𝑛𝑐ℎ𝑎”, el Maestro entre maestros; Platón, mostraba La Enseñanza, tenía a bien sentenciar delante del 𝐓𝐞𝐦𝐩𝐥𝐨 𝐝𝐞 𝐥𝐚𝐬 𝐌𝐮𝐬𝐚𝐬: “𝑁𝑜 𝑒𝑛𝑡𝑟𝑒 𝑛𝑎𝑑𝑖𝑒 𝑞𝑢𝑒 𝑛𝑜 𝑠𝑒𝑝𝑎 𝑙𝑎 𝐺𝑒𝑜𝑚𝑒𝑡𝑟𝑖́𝑎.”
Sentencia que hoy por hoy, nos direcciona, pese a frenos desde ese entonces, como el Código de Justiniano, I,tit. XI,10.
Entre los diferentes textos de la historia de su Enseñanza, los discípulos de Platón, dejan constancia, como Diógenes L. en IV, 10, precisando de la 𝐢𝐦𝐩𝐨𝐫𝐭𝐚𝐧𝐜𝐢𝐚 𝐦𝐚𝐭𝐞𝐦𝐚́𝐭𝐢𝐜𝐚 𝐲 𝐠𝐞𝐨𝐦𝐞́𝐭𝐫𝐢𝐜𝐚, en la instrucción de su Maestro, puntualizando el comportamiento de un discípulo: “Jenócrates (380¿? aC) 𝑞𝑢𝑒𝑟𝑖́𝑎 𝑒𝑠𝑡𝑢𝑑𝑖𝑎𝑟 𝑐𝑜𝑛 𝑒́𝑙, 𝒔𝒊𝒏 𝒔𝒂𝒃𝒆𝒓 𝒏𝒊 𝒎𝒖́𝒔𝒊𝒄𝒂, 𝒏𝒊 𝒈𝒆𝒐𝒎𝒆𝒕𝒓𝒊́𝒂, 𝒏𝒊 𝒂𝒔𝒕𝒓𝒐𝒏𝒐𝒎𝒊́𝒂, 𝒚 𝑷𝒍𝒂𝒕𝒐́𝒏 𝒍𝒆 𝒅𝒊𝒋𝒐: “𝑽𝒆𝒕𝒆, 𝒑𝒖𝒆𝒔 𝒏𝒐 𝒕𝒊𝒆𝒏𝒆𝒔 𝒍𝒐𝒔 𝒂𝒔𝒊𝒅𝒆𝒓𝒐𝒔 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒇𝒊𝒍𝒐𝒔𝒐𝒇𝒊́𝒂”.
No como 𝐨𝐛𝐣𝐞𝐭𝐨 sino como 𝑒𝑗𝑒𝑚𝑝𝑙𝑜, es que citamos La Enseñanza del Maestro Platón. Porque al hablar de lo que comúnmente denominamos, 𝐆𝐞𝐨𝐦𝐞𝐭𝐫𝐢́𝐚 𝐒𝐚𝐠𝐫𝐚𝐝𝐚, no se dimensiona la relevancia del 𝐌𝐚𝐬𝐨́𝐧 𝐚𝐧𝐭𝐞 𝐥𝐚 𝐂𝐢𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚; y es que cualquiera que se atreva a llamar a tan 𝐬𝐨𝐛𝐞𝐫𝐛𝐢𝐚 𝐟𝐢𝐠𝐮𝐫𝐚 𝐠𝐞𝐨𝐦𝐞́𝐭𝐫𝐢𝐜𝐚, como el “Cubo de Metatrón” o cualquier otra figura Sagrada, cómo mínimo, necesita saber de; 𝑛𝑜𝑑𝑜𝑠, 𝑐𝑖́𝑟𝑐𝑢𝑙𝑜𝑠, 𝑐𝑢𝑎𝑑𝑟𝑎𝑑𝑜𝑠, 𝑙𝑖́𝑛𝑒𝑎𝑠, resumiendo; debe tener el conocimiento de los 𝐒𝐨́𝐥𝐢𝐝𝐨𝐬 𝐏𝐥𝐚𝐭𝐨́𝐧𝐢𝐜𝐨𝐬, haberse bebido 𝐄𝐥 𝐓𝐢𝐦𝐞𝐨.
Destacamos, que dentro de nuestra formación, la Masonería enseña a atender primeramente, el estudio y la investigación, en 𝐌𝐚𝐭𝐞𝐦𝐚́𝐭𝐢𝐜𝐚𝐬 y otras ciencias como la 𝐆𝐞𝐨𝐦𝐞𝐭𝐫𝐢́𝐚. De lo contrario, 𝒔𝒐́𝒍𝒐 𝒔𝒆 𝒆𝒔𝒕𝒂𝒓𝒂́ 𝒆𝒋𝒆𝒓𝒄𝒊𝒆𝒏𝒅𝒐 𝒂𝒍 𝒇𝒂𝒏𝒕𝒐𝒄𝒉𝒆 𝒚 𝒂𝒍 𝒇𝒂𝒏𝒂́𝒕𝒊𝒄𝒐, 𝒆𝒏𝒕𝒆𝒓𝒓𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒂𝒍 𝑴𝒂𝒔𝒐́𝒏.